Al alcance de mi mano,

Esta una copa

Y al lado de esta esta una botella

De vino llena aquella

Y pronto vacía la dejará mi boca.

 

Fuego que quemas mis entrañas

Y mis sentidos embotas

Ojala fueras veneno

Y no vino en mi boca.

 

De tristeza mi corazón inundado

Migajas de tu amor invoca

Haz de mi infeliz criatura

A quien tus manos ya no tocan.

 

Aunque, por poco, de pie aún estoy,

Y olvidar era requerido

Tu amor como espina enterrada

Hasta el fondo se ha metido

Desangra, mi alma moribunda

Postrada en tristeza desdichada.

 

No sé si esperanza hay

De encontrar en ti consuelo,

Aunque mi corazón desea que sí

Temo todo lo contrario

Que por querer deshacerte de mí,

La estocada final des

Y entonces sin remedio

Hiel han de probar mis labios

Ya que el vino se convertirá…. En veneno.